Beneficios del drenaje linfático

Todos conocemos los innumerables beneficios que reporta una sesión de fisioterapia. En manos de un buen profesional, un masaje terapéutico ayuda a eliminar tensiones, aliviar lesiones y prevenir patologías, del mismo modo que contribuyen a una mejora física tras haber sufrido algún tipo de lesión incapacitante, operación o problema fisiológico. El campo de la fisioterapia abarca muchos aspectos. Hoy de la mano de la Dra. Rosa Bonal, vamos a centrarnos en una de las especialidades más demandadas de la fisioterapia: el drenaje linfático.

Esta técnica de masaje mejora y ayuda a que el sistema linfático funcione mejor y contribuye a una mejora del sistema inmune. Para llevarlo a cabo, hay que ponerse en las manos de un profesional de la fisioterapia, ya que su realización se hace mediante unas maniobras, siempre de forma manual y con un cierto protocolo. Las maniobras, deben ser muy suaves y en base a la anatomía y fisiología propias del sistema linfático.

Se recomienda este tratamiento en particular cuando el paciente presenta zonas con edema, acumulación de liquido o sustancias en el tejido conectivo y cuando el sistema linfático, se encuentra alterado.

Efectos del drenaje linfático manual en el organismo

Someterse a sesiones de drenaje linfático, conlleva una serie de beneficios y efectos positivos en el paciente. Dado que la finalidad del drenaje es, como su propio nombre indica, drenar o desplazar la linfa de vuelta al torrente sanguíneo, la clave se encuentra en drenar las proteínas de los edemas.

Uno de esos efectos destacables para el paciente que se somete a un drenaje linfático es la inhibición del Sistema Nervioso Simpático. Esta acción conocida como simpaticolítica, hace referencia a todas las sustancias que suprimen la acción del Sistema Nervioso Simpático. Esta parte del aparato nervioso, es la encargada de ponernos en guardia, gracias a él, nos preparamos para la acción, la lucha o la huida. Al ser inhibido mediante el drenaje linfático, el Sistema Nervioso Parasimpático actúa de manera que el paciente alcance un absoluto estado de relajación.

Otro de los beneficios es su efecto analgésico a través de diversos mecanismos entre los que cabe destacar la disminución de la presión local. Al producirse el drenaje de la inflamación o la acumulación de líquidos, las terminaciones nerviosas quedan exentas de estimulación y por lo tanto, sin presión, desaparece el dolor.

El cerebro prioriza los efectos del masaje olvidando el dolor. Al ser estimulados los mecanorreceptores que inhiben los impulsos del dolor, este queda en segundo plano. Por otro lado, al ser evacuadas las sustancias acumuladas en el tejido conectivo, las sustancias toxicas que se acumulan en las terminaciones nerviosas que producen el dolor, son por igual evacuadas, eliminado esos impulsos.

La relajación es otro de los beneficios que aporta el drenaje linfático. Como ya hemos mencionado, posee ese efecto simpaticolítico que contribuye a incrementar la actividad del sistema parasimpático induciendo al paciente a ese estado de relajación absoluta.

Al movilizar la linfa y estimular a los ganglios linfáticos, se favorecen los mecanismos inmunológicos del organismo. El sistema inmune se activa gracias a las maniobras manuales que se realizan para el drenaje linfático.

Por otro lado, destacar su efecto más importante: la acción drenante. El drenaje va a favorecer la evacuación del liquido y las sustancias acumuladas en el tejido conectivo. En una primera instancia el efecto drenante se basa en la evacuación de esas sustancias del tejido superficial que a su vez, aunque en segundo plano, favorece la circulación linfática profunda y que los vasos linfáticos se llenen de linfa.

En definitiva, los beneficios de la técnica del drenaje linfático van desde la reactivación de la circulación linfática hasta una mejora del aspecto de la piel. A parte de los ya mencionados beneficios, combate afecciones dérmicas como la celulitis o el acné. Contribuye a aliviar situaciones de estrés y ansiedad, así como combate los efectos de otras patologías como las migrañas o los vértigos.

Al complementarse el sistema linfático con el aparato circulatorio, ayuda a mejorar la circulación sanguínea y puede ser un buen aliado a la hora de eliminar problemas asociados a la mala circulación como pueden ser las varices.

Cabe mencionar que debido a sus efectos drenantes de liquido y sustancias, estimula favorablemente, la función renal.

Indicaciones y contraindicaciones del drenaje linfático

Sabiendo los beneficios que aporta esta técnica de masaje, es fácil conocer en que casos esta aconsejada su practica para obtener el máximo beneficio. En caso de enfermedades que cursen con dolor, ansiedad, edema o inflamación está altamente indicado. Patologías como el acné, estreñimiento, estrés y cansancio crónico, procesos que cursen con dolor, estética, dan resultados muy buenos tras su aplicación.

Podemos decir que, recibir sesiones de drenaje linfático, es una buena terapia física con grandes beneficios y aplicaciones para un amplio abanico de patologías y enfermedades.

No obstante, a pesar de sus múltiples beneficios, existen una serie de patologías en las que aplicación, no solo no es recomendable si no que está desaconsejado. Dentro de las patologías en las que sus beneficios no son ventajosos, existen dos grupos: uno en el que está absolutamente contraindicado pues puede empeorar la salud de la persona y la propia enfermedad y otro relativo en que puede aplicarse con precaución y prestando atención a cualquier efecto no deseable que se produzca en el paciente.

En el grupo de las patologías donde esta contraindicado totalmente se encuentran:

– Los tumores malignos con metástasis.
– Las infecciones agudas. El drenaje puede contribuir a la propagación de la infección.
– Las insuficiencias cardiacas puesto que el drenaje exige mayor esfuerzo cardiaco.
– Las trombosis y flebitis de curso reciente.

En el segundo grupo, donde su aplicación puede darse con precaución, están:

– El hipertiroidismo, en estos casos debe evitarse hacer la primera cadena ganglionar.
– En casos de hipotensión arterial puede hacerse de forma progresiva para que el paciente se adapte. El drenaje baja más la tensión por la que conviene ser cautos en este tipo de casos.
– Si existen infecciones crónicas, hay que evitar drenar el foco de infección.
– Los pacientes con tumores controlados pueden recibir el drenaje sorteando la zona donde se encuentre el tumor.
– En casos de asma bronquial, evitar realizar cualquier maniobra que implique al esternón, puesto que en esta parte existe numerosas terminaciones nerviosas parasimpáticas a las que esta asociado el broncoespasmo que provoca el asma.
– Durante el embarazo puede recibirse drenaje linfático si no existen complicaciones.

Algunas diferencias entre el masaje convencional y el drenaje linfático manual

Aunque en apariencia las técnicas pueden parecer iguales, las diferencias entre uno y otro son grandes tanto a nivel maniobra como resultados.

El masaje convencional tiene las siguientes características de aplicación y efectos:

– Produce efectos sobre el sistema circulatorio.
– Estimula el tono muscular.
– Suele provocar enrojecimiento en la piel y puede generar dolor.
– La presión ejercida es de moderada a fuerte.
– La velocidad de aplicación es rápida.
– Las manos suelen estar tensas para transmitir la fuerza a la zona a masajear.
– Pueden aplicarse cremas y aceites.
– Se practica en el sentido disto proximal del segmento corporal.
– La dirección de ejecución de las maniobras no tiene demasiada relevancia.

En cuanto al drenaje linfático, sus características y efectos son los siguientes:

– Produce efectos sobre el sistema linfático y no sobre la circulación sanguínea.
– Posee un efecto relajante sobre el tono muscular.
– No debe producir enrojecimiento en la piel ni provocar dolor.
– La presión con que se realiza es siempre suave.
– Se realiza a una velocidad lenta y repetitiva.
– Las manos deben estar relajadas.
– No se aplican cremas.
– Se realiza en el sentido proximodistal. Desde la raíz al extremo.
– El sentido de las maniobras tiene que seguir el recorrido linfático hacia las zonas de evacuación.

En resumen, esta técnica es muy utilizada cuando se da la acumulación de liquido en alguna zona del cuerpo y se estimula la circulación linfática para inducir su disminución. Así como para inducir estados de relajación en los pacientes, disminuir el dolor y estimular el sistema inmune.

A diferencia del masaje convencional cuya aplicación se dirige a la parte muscular del organismo, siendo muy eficaz a la hora de tratar lesiones musculares como contracturas.

Pese a estar contraindicado en algunas patologías, el drenaje linfático es una de las técnicas más empleadas en los centros de fisioterapia y de las mas recomendadas por los profesionales de la salud. Su convenienda  para evitar retención de líquidos, entre otras patologías, es una de la más conocidas.

Para aquellos que estén pensando en recibir sesiones de drenaje linfático, no hace falta que se lo piensen demasiado. Salvo que cuenten en su historial médico con alguna de las patologías contraindicadas para recibir el tratamiento, los efectos y beneficios son numerosos y se hacen notar rápidamente.

Recalcar que, para hacerse un tratamiento de drenaje linfático, hay que ponerse en manos de profesionales titulados en fisioterapia. Al contrario que un masaje convencional que puede practicarlo un quiromasajista, por ejemplo, el drenaje linfático conlleva una serie de aspectos que solo los que cuentan con la formación necesaria pueden aplicar correctamente. Solo un profesional podrá asesorarte sobre la aplicación del tratamiento.