Tener un compañero de vida peludo esta a la orden del día. Las mascotas ocupan un lugar especial en nuestras vidas. Cada día más. Aquellos que disfrutan de la compañía de un animal, son conscientes de que, en ocasiones, sus necesidades, difieren bastante de las nuestras y nuestras propias normas. Según datos oficiales de la REIAC (Red Española de Identificación de Animales de Compañía), en España se encuentran registrados casi trece millones de animales de compañía. La cifra no es nada desdeñable.
La gran mayoría de estos animales, son perros o gatos y, pensando concretamente en este tipo de mascota, hemos hablado con Briconeo, expertos en todo tipo de suelos, para conocer cual es el más adecuado para nuestras mascotas. Pensando en su bienestar y la comodidad propia, pues los cuidados que requiere cada tipo de suelo difieren y para los animales, algunas superficies, llaman más que otras para cometer alguna faena peluda.
Del mismo modo que para decorar y preparar la habitación de un bebe o niño pequeño, se piensa en que tipo de suelo es mejor (moqueta, alfombra, vinílico, cerámico…) pues va a gatear y andar por el todo el tiempo posible, cuando compartimos espacio vital con un peludo, este se convierte en un miembro más de la familia. Por esta razón, no está de más, pensar en el suelo que más conviene. Tanto a nivel limpieza como confort, la oferta es amplia y las posibilidades, casi infinitas. Según el tipo de mascota, su actividad, las ganas de dedicar tiempo a su mantenimiento (el del suelo en cuestión, no el de la mascota), las necesidades propias y las necesidades peludas, deberemos elegir un suelo u otro. No se trata de un factor determinante para la elección, desde luego que no. Sin embargo, si es un elemento a valorar por la siguiente razón, el pavimento sufre desgaste con el paso del tiempo, es inevitable. Este desgaste propio y de curso natural, puede agudizarse en el caso de convivir con mascotas que pueden acelerar ese proceso de deterioro o dañarlo.
Con esto, no pretendemos decir que las mascotas hagan que los suelos envejezcan o se estropeen antes. Pero si es cierto que poner parqué en la vivienda y luego tener un perrete que levanta la pata a cada paso, no es lo más aconsejable. La madera se estropeará por el hecho en si y la limpieza que va a requerir. Por ello, vamos a dedicar este post al suelo que mejor puede ir en una vivienda en la que las mascotas, son bienvenidas.
Propiedades para elegir un suelo mascotero
Vamos a reformar la vivienda, concretamente, a cambiar los suelos. Tenemos un ser peludo que convive con nosotros y campa a sus anchas por toda la casa, como debe ser. Pues toca buscar la opción más adecuada para vestir la casa. La mejor opción debe pasar por elegir un suelo que sea resistente a arañazos y de fácil limpieza, ya que en estos casos, el suelo va a requerir de limpiezas frecuentes y exhaustivas.
Un suelo que sea resistente a la humedad y las manchas, antideslizante y que no sufra arañazos con facilidad. Si tenemos un perro o un gato, ya sabemos que les gusta corretear por la casa si el espacio lo permite (si no también). Los suelos resbaladizos, aunque en realidad les gustan, no son una buena opción ya que el animal queda expuesto a sufrir accidentes indeseados. Nosotros tampoco estamos exentos de patinar sobre el pavimento y caer de culo contra el suelo, eso es cierto. Por lo tanto, un suelo antideslizante es una excelente idea tanto para humanos como para peludos.
Descartado queda colocar un suelo pulido, brillante y resbaladizo. Mejor sopesar la elección de suelos con acabados más rugosos.
En lo que a suelos tapizados respecta, es decir moquetas o alfombras, bien es cierto que son una excelente opción por ser muy decorativos y aportar calidez a las viviendas. Sin embargo, se considera una de las opciones menos higiénicas, por la facilidad que poseen para llenarse de pelos. Limpiar una alfombra o suelo tapizado de forma continua para eliminar todo rastro de pelo, puede convertirse en una misión imposible, en función de la raza peluda que campe por la vivienda.
Teniendo en cuenta estos factores, resulta inevitable pensar que resulta imposible encontrar el suelo adecuado. Evidentemente, encontrar el material perfecto no va a resultar posible en la mayoría de ocasiones. Un suelo que cumpla con todos estos requisitos, resistencia, facilidad de limpieza, higiene, antideslizante y duradero, a la par que encaja con nuestro gusto estético y hace juego con el resto del hogar, puede resultar muy complicado de encontrar.
Sin embargo, podemos valorar cada tipo de suelo en función de lo sus propiedades particulares y nuestra necesidad. Repasemos los tipos de suelos y sus posibilidades frente a las patitas peludas.
Suelos más adecuados para perros y gatos
Preguntar a un experto sobre estos asuntos, va a tener una respuesta contundente: invierte en un pavimento de calidad. Esa es la base para que tu suelo, dure y dure, a pesar de las pisadas peludas. Partiendo de ahí, podemos contemplar las diferentes opciones y sus propiedades.
Podemos optar por un suelo cerámico, versátil y resistente a partes iguales. Sin duda, una excelente opción si las mascotas forman parte de nuestra vida. Se trata de un material muy duradero que soportará perfectamente las patas de los perros más grandes y el repiquetear de sus duras uñas sobre el suelo y las garras afiladas de los felinos de andar por casa.
Una de las mejores opciones, según los expertos, es el gres porcelánico, cuya dureza y resistencia es prácticamente inrayable. Los suelos cerámicos esmaltados o vidriados con superficie mate, son impermeables a las manchas y líquidos. Con esto ya tenemos dos de los requisitos indispensables que debe cumplir un suelo mascotero. Además de tratarse de un suelo que ofrece multitud de opciones y posibilidades: formatos, colores, diseños… versátil y apto para todo tipo de viviendas y estilos.
Colocar un suelo de piedra natural, todo un clásico en materia de pavimentos para el hogar, proporcionara a la vivienda un suelo a prueba de patas y garras. Se trata de un suelo sofisticado y distinguido fabricado con arenisca, basalto, caliza, pizarra, mármol… etc. Este material proporcionado enteramente por la naturaleza y con muy poca alteración humana, es una de las mejores opciones disponibles para revestir tanto paredes como suelos. Sus propiedades funcionales, destacan por su calidad, versatilidad y, por supuesto, durabilidad. Un suelo de piedra natural es para toda la vida.
Resisten bien el paso del tiempo, el desgaste, los cambios de temperatura y, como no, el paso de las mascotas. Aunque conviene en estos casos, evitar mármol y granito porque pueden rayarse con las uñas de perros y gatos, siendo a su vez más resbaladizos puesto que suelen ser brillantes y estar bien pulidos. Las alternativas son la pizarra y la piedra caliza, con una textura más áspera, rugosa y antideslizante, debido a sus hendiduras naturales.
Su mantenimiento no es demasiado exigente y basta con una limpieza regular para tener un pavimento en perfecto estado. Como hablamos de suelos aptos para mascotas, puede resultar interesante y práctico, realizar un tratamiento de sellado químico al suelo. De esta manera se logra que se convierta en material impermeable al agua y otras cosas que pueden escaparse a nuestras mascotas y, las manchas.
Este tipo de pavimentos, garantizan una estética ideal para cualquier vivienda. Tonalidades más oscuras que van bien con cualquier decoración, son una excelente alternativa para viviendas peludas.
El mundo de los suelos laminados, se ha convertido en otra excelente alternativa. Simulan bien la madera, lo que proporciona muchas opciones decorativas y estéticas. Su capa superficial, protege el suelo de las carreras perruno gatunas al mismo tiempo que absorbe el ruido de las pisadas. Como todos sabemos, este tipo de suelos, imitan perfectamente el parqué natural, las baldosas hidráulicas, el cemento o la cerámica, por lo que las posibilidades, son infinitas.
Respecto al asunto que nos atañe, responde a la perfección ante las necesidades de las viviendas peludas:
- Son resistentes a la humedad y la abrasión.
- Su limpieza es sumamente fácil y sencilla.
- Imitan la textura rugosa de la madera, por lo que son antideslizantes.
Por si esto no fuera suficiente, podemos encontrar en el mercado, suelos laminados que vienen con un tratamiento antibacteriano que puede resultar muy interesante para los propietarios de mascotas.
Existen otras opciones de pavimento, como el suelo vinílico, que ofrece similares prestaciones pero, aun siendo muy duraderos, no son para siempre, como sucede con las opciones citadas.
Si buscamos una inversión rentable y duradera, lo mejor es optar por alguna de estas opciones. No obstante, el mercado ofrece soluciones de todo tipo y para todos los gustos y necesidades.
Lo que no resulta nada practico ni recomendable cuando se comparte vivienda con un ser peludo, es el tapizado, ya mencionado, por las necesidades de limpieza y mantenimiento que van a requerir. El resto de las opciones, tienen sus particulares ventajas. Es cuestión de barajarlas y decidirse por la más adecuada.