Hemos pasado dos años verdaderamente complicados y ahora es cuando hemos podido recuperar cierta normalidad. Han sucedido, a lo largo de todo este tiempo, una serie de cosas que nunca nos hubiéramos imaginado que íbamos a vivir. Nadie se esperaba que, durante unos meses, estuviese obligado a permanecer en casa. Pero es lo que ha sucedido como consecuencia de una pandemia de coronavirus que ha terminado siendo peor de lo que esperábamos allá por el mes de marzo del año 2020. Debemos tener la lección bastante aprendida de todo lo que ha sucedido desde entonces.
Y una de esas lecciones, sin duda alguna, es poner en valor un aspecto de la vida como es la higiene. Ella ha sido nuestra principal arma para combatir las diferentes olas de contagios que se han ido produciendo durante todo este tiempo. Y no sería exagerado afirmar que ha salvado miles y miles de vidas desde el comienzo de la pandemia. Con esto no queremos decir que el ser humano no se haya preocupado por la higiene antes de la llegada del coronavirus, pero sí que debemos hacer hincapié en que, ahora, esa higiene ha de ser más importante que nunca.
Además, y aunque prácticamente todo el mundo ya está haciendo una vida de lo más normal, tenemos que recordar que el coronavirus no se ha ido, que sigue entre nosotros y que, a pesar de que la vacunación ha tenido un efecto de lo más positivo en la población, todavía existe un riesgo para contagiarnos y padecer al menos parte de las consecuencias asociadas a este virus. Así lo hace saber una noticia que fue publicada en el portal web Infosalus y que recoge la opinión de los expertos de la Organización Mundial de la Salud.
Que nos alerten de una manera como esta creemos que puede llegar a ser positivo para que tengamos la guardia alta ante el coronavirus. Tendemos a pensar que la pandemia se ha ido de una manera definitiva, principalmente porque es lo que queremos y lo que necesitamos. Sin embargo, hay que afrontar la realidad y esta nos dice que la pandemia no ha terminado del todo. Por tanto, reforzar todo lo que tenga que ver con la higiene tanto en nuestro domicilio como en el puesto de trabajo, entre otros lugares que solamos frecuentar, es imprescindible.
Parte de la población española sigue siendo consciente de que existen riesgos derivados de la pandemia aunque la vacunación haya tenido unos efectos positivos. Y eso se traduce en que la demanda de productos de higiene y limpieza sigue siendo bastante más alta que la que existía antes de la llegada del coronavirus. Así nos lo han hecho saber los profesionales de Chiwawap, que además nos han indicado que el gel hidroalcohólico y las toallitas son los dos productos en los que más confían las personas para evitar el contagio. Las mascarillas, aunque no son obligatorias a excepción de los hospitales y el transporte público, también siguen siendo bastante demandadas a día de hoy.
Prevenir siempre es mejor que curar
El refrán español es muy sabio en todos los campos de la vida y lo cierto es que, en lo que tiene que ver con la higiene y la limpieza, hay un dicho que es especialmente importante. Y es que, como en otros muchos casos, prevenir con la higiene o la limpieza nos va a ayudar a no contraer enfermedades como la que ha caracterizado nuestra vida en los últimos tiempos. Ni que decir tiene que esa puede ser una gran diferencia entre el bienestar y los problemas de salud.
Hay muchas personas que han padecido los efectos del coronavirus y que, desde luego, han tenido que sufrir de lo lindo durante su contagio. Ojalá que la cantidad de gente que tuvo que enfrentarse a esta situación hubiese sido menor. Hay que hacer autocrítica y saber que, si todo el mundo hubiese puesto más empeño en cuidar de todo lo que tiene que ver con la limpieza y la higiene, la cantidad de casos hubiera disminuido y, dado el carácter contagioso de la enfermedad, los muertos también hubiesen sido menos. Para eso ya no hay remedio, desde luego. Toca aprender y tener en cuenta estas cosas para el futuro.
Lo que es evidente es que hay que seguir confiando en todo lo que tiene que ver con la higiene o la limpieza, tanto personal como del entorno en el que nos encontramos o en el que solamos ser habituales. Ojalá que todo el mundo nos haga caso y que apueste por todo lo que estamos hablando. Seguro que su calidad de vida mejora de una manera considerable con respecto a la actual. Y es que, si hacemos de la limpieza e higiene nuestros principales valores, tendremos muchas más opciones de ser felices.