Uno de los temas que no podemos dejar de lado cuando hablamos de la sociedad tiene que ver con la vivienda. Seguro que estáis de acuerdo con esta percepción puesto que el coste de la misma es un asunto que siempre está de actualidad y que condiciona el dinero del que disponemos a lo largo del mes para otro tipo de cosas. Además de eso, es de justicia reconocer que la vivienda es uno de los aspectos que condiciona la calidad de vida de las personas y que nunca se puede olvidar si lo que queremos es ser más felices en nuestro día a día.
Es difícil analizar cuál es el aspecto más importante dentro de una vivienda. Todo depende de la persona a la que le queramos preguntar. Por un lado, habrá personas que consideren que lo más importante es que se trate de una vivienda grande y espaciosa. Por otro lado, habrá personas que consideren que la ubicación es lo más relevante puesto que es idóneo vivir cerca de los supermercados, del hospital o de buenas conexiones de transporte público. La opinión de cada cual es absolutamente respetable y no cabe duda de que hay razones más que de sobra para justificarla.
Nosotros pensamos que hay un aspecto muy importante que no se suele tener en cuenta pero que juega un papel relevante en lo que a comodidad y a calidad de vida dentro de un hogar se refiere. Hablamos de las ventanas y de su calidad. Una ventana es la conexión que tenemos desde nuestra casa con el exterior y también es, al mismo tiempo, la manera que tenemos de protegernos del ruido de la calle y de las temperaturas que se registran en las mismas. El aislamiento que proporcionan las ventanas es clave para nuestro bienestar.
La gente se está empezando a dar cuenta de lo importante que resultan las ventanas para el bienestar en el hogar. Nos lo han dicho desde Ventanas Alicante, quienes han visto reflejado un repunte en las ventas de estos productos en los últimos doce meses. La explicación que nos han proporcionado es la misma que la que os hemos comentado alguna que otra vez: después de la pandemia, todo el mundo ha decidido aumentar la inversión en la comodidad de su hogar. Y esa actuación tiene, sin duda, grandes beneficios que no podemos obviar.
Mejores ventanas en más casas
Ya sabemos que, en España, un sector como lo es el de la construcción ha gozado de una popularidad tremenda a lo largo de los años. Tanto es así que, tal y como apunta una noticia que fue publicada por el portal web de El País, en España hemos construido desde el año 2001 una casa por cada nuevo habitante. Hemos ganado en población a lo largo de todo este tiempo y, además, también hay mucha gente que en este periodo ha decidido adquirir una segunda vivienda. Sin duda, este es el motivo que explica esa construcción de viviendas.
Que en las nuevas viviendas se apueste cada vez en mayor medida por ventanas de calidad también es una buena muestra de la relevancia que ha adquirido un producto como la ventana en el interior de nuestras fronteras. Hablamos de un aspecto que tienen en cuenta tanto los jóvenes como las personas mayores y que seguro que sigue siendo valorado de aquí a dentro de unos años. Hay diferencias que se notan y, desde luego, la que existe entre una ventana moderna de otra que ya no es tan moderna es sustancial. Lo dicen las mismas personas que ya disfrutan de nuevas ventanas en sus hogares.
Ventanas más pequeñas, pero realmente ventajosas
En una noticia a la que hemos tenido acceso gracias al portal web del diario El País, se indica que las ventanas españolas son más pequeñas que las del resto de países de Europa. ¿Cuál es el motivo de que esto sea así? No solo es la falta de luz que existe en esos países y de la que no nos preocupamos en España, sino también un motivo cultural. La concepción de las ventanas en Europa no es como la de un hueco en la pared, sino como la de un mural que nos permita visualizar nuestro entorno de un modo completo.
A pesar de que tenemos unas ventanas más pequeñas, estas son realmente ventajosas para nuestros intereses porque hacen posible ese aislamiento del que os hemos estado hablando a lo largo de este artículo. Gracias a ellas, estamos protegidos no solo del ruido, que dependiendo de dónde vivamos puede ser un mal bastante desagradable, sino también de las extremas temperaturas que existen en muchas de las zonas de nuestra geografía durante los meses de invierno y los de verano.