El tabaco es un hábito muy perjudicial, pero que a pesar de ello su consumo está bastante extendido. Tanto que la Organización Mundial de la Salud determina que el tabaco es la primera causa evitable de invalidez, enfermedad y muerte prematura en todo el mundo. Y es que sólo en España se estima que mueren cada año más de 50.000 personas debido al consumo de tabaco, incluso más que por accidentes de tráfico o consumo de drogas ilegales.
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Enfermedades y problemas cardiovasculares
El tabaco es una de las principales causas de muchas enfermedades y problemas cardiovasculares como coágulos sanguíneos, accidentes cerebrovasculares, arteriopatía coronaria, riego sanguíneo deficiente, hipertensión arterial temporal o ataque cardiaco.
Así, las personas fumadoras tienen muchas más probabilidades de padecer este tipo de enfermedades que una persona que no ha adquirido este hábito perjudicial. Y es que por ejemplo, las mujeres fumadoras que toman anticonceptivos orales tienen un riesgo 10 veces más alto de padecer un infarto, tal y como se indica en el Plan Nacional Sobre Drogas del Gobierno de España.
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Cáncer de pulmón
Entre los principales riesgos del consumo de tabaco no podía faltar el cáncer de pulmón, ya que se estima que detrás del 95% de los casos de esta enfermedad están relacionados con el tabaco.
Así, fumar es sin duda el mayor factor de riesgo para el cáncer de pulmón. Aunque hay personas que no han fumado nunca y que padecen la enfermedad, principalmente por el humo de segunda mano o la exposición a factores de riesgo como el radón o el asbesto.
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Otros tipos de cáncer
Y el tabaco no sólo provoca cáncer de pulmón, también está relacionado con otros tipos de cáncer. Así el tabaco provoca cáncer en la boca, la nariz y los senos paranasales, la laringe, la garganta, el esófago, la vejiga, el estómago, el riñón, el páncreas, el cérvix o cuello uterino, el colon, el recto y leucemia mieloide aguda.
En definitiva, el tabaco es un factor de riesgo importante para cualquier tipo de cáncer. Además, seguir fumando después de la detección de la enfermedad aumenta el riesgo de muerte.
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Muerte prematura
El tabaco se considera la primera causa de muerte prematura evitable en el mundo. Y es que se estima que el tabaco incrementa hasta un 70% el riesgo de morir de manera prematura. Porque como hemos indicado el tabaco está relacionado con la aparición de diversas enfermedades como cáncer, problemas cardiovasculares o pulmonares.
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Efectos en la salud bucodental
Y el tabaco también afecta a la salud bucodental. “El consumo de tabaco está relacionado con la aparición de manchas, desgaste de las piezas dentales y cambios en la tonalidad de los dientes y las encías. Pero también el tabaco aumenta el riesgo de padecer periodontitis, provoca halitosis y hace que las caries sean más profundas”, indican desde Clínica Recaver, clínica dental de referencia en implantes dentales en Valladolid.
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Problemas en el embarazo y fertilidad
También en el caso de las mujeres el consumo de tabaco provoca problemas en el embarazo como bebés prematuros, bebés con bajo peso, abortos espontáneos y labio leporino.
Además, los cigarrillos también afectan a la fertilidad. Las mujeres fumadoras tienen menos óvulos y éstos no tienen una gran capacidad de fecundación. Mientras que en el caso de los hombres la calidad del semen es más baja debido a que la cantidad de espermatozoides disminuye y tienen menos movilidad. Y también hay que indicar que el tabaco aumenta un 60% las posibilidades de padecer disfunción eréctil.
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Problemas pulmonares
Y el último efecto perjudicial que vamos a señalar en este artículo son los problemas pulmonares. Pero hay que recordar que en este artículo nos hemos centrado en los más perjudiciales, pero el consumo de tabaco provoca efectos adversos en la salud y la estética.
Respecto a los problemas pulmonares, los cigarrillos aumentan las posibilidades de padecer enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma difícil de controlar y bronquitis.
Estos son los efectos más perjudiciales del consumo de tabaco. Pero hay que indicar que una vez que se deja de fumar disminuye el riesgo de padecer todo este tipo de enfermedades y problemas. Por ejemplo, el riesgo de padecer cáncer disminuye de manera paulatina y tras 10 años de dejar el hábito las probabilidades han bajado entre un 30 o 50%. Mientras que en el caso de las enfermedades cardiovasculares a los 15 años una persona exfumadora tiene el mismo riesgo que una persona que no ha fumado nunca. Así que nunca es tarde para dejar de fumar.