Los hombres ya apuestan sin tapujos por los productos de joyería

Las tendencias cambian y de eso estamos siendo conscientes en los últimos años, que han sido momentos en los que todo lo que entendíamos como lógico o tradicional se ha transformado de una manera radical. Todo lo que tiene que ver con joyas o accesorios ha constituido uno de los mejores ejemplos de ello. La verdad es que ahora no hay ningún límite: cualquier objeto es ideal para cualquier persona. Prácticamente nadie clasifica ya a los complementos o las joyas en función del sexo o la edad de las personas a las que van dirigidos.

Siempre hemos tendido a pensar que este tipo de objetos han sido siempre más propios de las mujeres que de los hombres. No hay nada más que recordar que a los hombres que han solido portal joyas se les ha llamado afeminados. Ahora, todo eso ha cambiado. No sorprende a nadie (o a casi nadie, ya sabéis que hay gente con demasiados prejuicios) que un varón lleve puesto un collar, un anillo o pendientes. Se trata de una realidad que nadie puede negar y que ha desafiado a los valores tradicionales, algo que siempre hace falta.

Una noticia publicada en la web de El País mencionaba algunas de las piezas de joyería y bisutería que son habituales entre los hombres en los tiempos que corren. Publicaciones como la que os acabamos de enlazar ponen esto de manifiesto y la verdad es que no cabe la menor duda de que las cosas han cambiado y que a todo el mundo le debe dejar de sorprender que la gente use los objetos que quiera para sacarle el máximo partido posible a su cuerpo y a su figura. Es la hora de dejar a un lado cualquier clase de estereotipos. Es lo más sano.

Tanto han cambiado las cosas que incluso un diario con valores tradicionales como lo es el ABC ha sacado noticias en su web relativas al número de joyas que debe portar un hombre para resultar elegante. Os lo acabamos de enlazar para que veáis que no mentimos, que el cambio ha llegado para quedarse y que, desde luego, ya hemos aprendido a vivir en una sociedad en la que ya nada es como antes. Lo que es evidente es que no está la viga como para que nos pongamos ninguna clase de límite. Que a todo el mundo le quede bien claro.

Cada vez son más los hombres que se muestran interesados en la compra de joyas de todo tipo. Nos lo han confirmado recientemente los profesionales de Coseta, que vienen identificando un aumento en el porcentaje de hombres que constituyen su público habitual. Este es uno de los síntomas que mejor ponen de manifiesto que la sociedad ha cambiado y que ahora los hombres también son un público interesante para todos aquellos negocios y empresas que se dedican a este tipo de labores. A nosotros nos produce una gran satisfacción que así sea.

La moda, otro gran ejemplo de lo que os estamos contando 

Quizá, el sector de actividad que más se parece al que hemos venido describiendo es el de la moda. En este caso, ha venido ocurriendo lo mismo que en el de la joyería: unas cosas estaban reservadas especialmente a las mujeres y otras a los hombres. Ahora, no cabe duda de que cualquier prenda es susceptible de ser vestida por cualquier persona con independencia de su sexo. La verdad es que esta es una noticia excelente porque conforma que vivimos en una sociedad que se puede considerar libre. Y no hay nada mejor que eso.

Que en los dos sectores de los que hemos hablado, moda y joyería, la situación sea similar pone de manifiesto que por fin hemos conseguido que cualquier persona no se vea limitada por los sesgos sociales y los estereotipos. Conseguir esto es más importante de lo que parece y es la prueba más evidente de que hemos dado un paso hacia delante en lo que tiene que ver con la libertad. Esperamos que, de aquí en adelante, la situación siga avanzando en esta dirección. Sería la mejor prueba de que le estamos dando continuidad a algo que merece la pena desarrollar.

No hace falta decir que es igual de idóneo que las mujeres vistan o porten algo que tradicionalmente haya estado asociado a los hombres. Y no por ello merecen que las considere unas «marimachos» ni nada por el estilo. La verdad es que hemos vivido sujetos y sujetas a estereotipos y es el momento de que apostemos por el cambio más absoluto. Y lo estamos haciendo. Por eso, nos parece conveniente que nos felicitemos los unos a los otros. No es fácil conseguir esos avances sociales de los que estamos hablando. Y lo estamos haciendo posible.