Por qué el vino debe venir en una botella de cristal

El recipiente en el que se sirve un vino no solo cumple la función de contenerle, sino que también es una pieza clave en la conservación del sabor que queremos degustar. Y es que la copa o la botella son los encargados de mantener la correcta cantidad de oxigenación y el nivel de temperatura ideal que necesita un vino para su conservación.

Además, estas piezas de cristalería serán las encargadas de presentarnos el vino a degustar. Nos permitirá catar sus características y percibir sus bondades. A través de estos instrumentos es que podremos admirar su color, percibir su delicioso aroma y dar la primera bocanada del elixir.

De ahí que las copas y botellas sean tan importantes, mucho más allá de la estética, y que debamos procurar elegir el tipo correcto según el estilo del vino. Pero, además del factor estético y el tipo de vino para los cuales usaremos nuestra adquisición, también debemos tomar en cuenta el material del que están hechos.

Justamente es este punto el que suele causar mayor polémica entre los fanáticos del mundo de los vinos, quienes siempre suelen tener opiniones muy enfrentadas frente a la pregunta ¿cuáles son mejores, las copas cristal o las de vidrio?

Para aclarar las dudas, hemos elaborado un artículo en el que te explicaremos las diferencias entre uno y otro material de forma que puedas sacar tus propias conclusiones, además de darte un paseo por los diferentes estilos de botellas de los que dispones en el mercado , incluyendo, para qué se usa cada una. Sigue leyendo.

Diferencias entre el cristal y el vidrio

Lo principal antes de enfrentar al vidrio y el cristal, es comprender las diferencias entre uno y otro.

Por su parte, el cristal se trata de una roca natural, lo que quiere decir que la versión que nosotros conocemos no es esa exactamente. En verdad, el cristal que suele usarse para la elaboración de copas y botellas es lo que se conoce como vidrio plomo o vidrio óptico, los cuales tienen una mayor calidad que el vidrio común. Por lo tanto, en el plomo es en donde se encuentra la gran diferencia, ya que se haya solo en la elaboración de los productos de cristal.

Y más increíble aún es que, aunque no es una diferencia perceptible para el ojo humano, si lo es para nuestros paladares, ya que el uso de una u otra opción puede afectar bastante el sabor del liquido que el producto contiene.

En el caso de las botellas de vidrio, hay que acotar que es la opción favorita de muchos países, que la siguen eligiendo a pesar que han aparecido otros formatos más atractivos e innovadores.

Esta lealtad por el vidrio no es de gratis. Se debe a que  es muy higiénico, permite ver el contenido que alberga y conserva muy bien las características de sus líquidos. Además de que el vino puede pasar por su proceso de maduración en crianza reductiva con total libertad y naturalidad. Solo tenemos que procurar que la botella cuente con un buen corcho que mantenga bien sellado el oxigeno y las cualidades de los líquidos, y finalmente, una buena cápsula que asegure la permeabilidad del tapón.

¿Cuál es mejor?

Así llegamos a la gran pregunta sobre cuál es mejor, si el vidrio o el cristal, al menos cuando de vinos se trata.

Para contestar a la duda, consultamos a unos expertos en trabajos sobre cristal con fines publicitarios para empresas de Cristalfiel y estos nos aseguran que el cristal es el ganador indiscutible.

Esto se debe, de hecho, a variedad de razones.  La primera y principal es que las copas de cristal suelen ser mucho más brillantes lo que le da un mayor valor estético que la alternativa de vidrio y que, a su vez, le dota de otra característica invaluable en una cata de vino, la transparencia. Al no tener ningún matiz de color, son las ideales para poder apreciar como se debe, el color y la densidad de un vino durante una cata, permitiéndonos que nos entre por los ojos antes de pasar a nuestros otros sentidos. Eso sin contar una característica agregada de refracción y dispersión que le permite al catador utilizar la copa como un prisma.

En segundo lugar, está el factor del tacto, el cual es mucho más disfrutable en una copa de cristal que en una de vidrio, debido a que estas son las más finas y delgadas. Y por último, el cristal también ha probado ser el material perfecto para conservar el aroma del vino intacto hasta el momento de la cata.

Quizá, el único inconveniente que podemos mencionar es que son bastante más pesadas que las copas de vidrio, por lo que pueden ser un poco incomodas a la hora de levantar copa en aire y decir: ¡salud!

Las mejores copas para beber vino

Como ya dijimos, la opción ideal son las copas de cristal, pero ahora también deberemos aprender a elegir el tipo de copa según el vino que serviremos en ella.

Comenzaremos por recomendarte comprar siempre copas que contengan al menos un 9% de plomo en su elaboración, sea el estilo que sea, ya que esto te asegura que disfrutarás de las bondades estéticas y de conservación que ofrece dicho material.

Ahora, para saber elegir el tipo de botella, hay que conocer su clasificación, la cual los ubica según su capacidad, su forma y por el color del vidrio.

En cuanto a su color y forma, estas responden a las distintas variedades de vino por tipología y regiones de producción. Mientras que, cuando las agrupamos según capacidad, esto varía según el contenido de líquido que puede albergar.

Botellas de vino según su color

Como dijimos, el color variará de acuerdo al tipo de vino para el que esté destinada. Así podemos encontrar variedades con tonos verdes traslucidos, para vinos jóvenes o de guarda, a botellas de color amarillo que suelen utilizarse para los vinos blancos.

Otro aspecto importante a tratar cuando hablamos del color de una botella, es que muchas veces se les colorea. Esto responde a razones de conservación frente a la luz, aunque en la actualidad la decisión también se puede tomar por motivos mercantiles.

Sea cual sea el color, e independiente de si ha sido coloreada o no, el color de la botella se elige con el fin de resaltar el color, los matices y los reflejos de los vinos.

Botellas de vino según su forma

  • Borgoña. Esta botella es de origen francés, pero está siendo muy utilizada en nuestro país. Se destaca por su estilismo y finura y suele ser su vidrio de color verde oscuro.
  • Bordelesa o Burdeos. Tiene una forma alargada y chata al final. Cuando se utiliza para vinos tintos, suele ser de color verde oscuro, y más bien de color transparente cuando se trata de vinos blancos.
  • Trococónica. Asemeja mucho a las botellas de vino antigua con su forma de flauta y de hombros rectos.
  • Oporto. Esta botella es siempre estilizada, de cuello alargado y hombros poco marcados. Además que ofrece un color oscuro que conserva mejor el vino y por mucho más tiempo.
  • Renana. Suele ser de color verde si lleva un vino tinto adentro, o transparente si se trata de un vino rosa. No obstante, cualquiera que sea su contenido, siempre es esbelta y alargada.
  • Chianti. Se trata de una botella corta con una forma en panza y cubierta de paja.
  • Champagne. Esta botella está diseñada para resistir las altas presiones de la segunda fermentación, además de para conservar al vino durante todo el proceso de toma de espuma, de crianza y de conservación. Suelen ser de color verde oscuro, ideales para mantener las propiedades del vino intactas hasta llegar a manos del consumidor final.
  • Jerezana. Es una opción muy estilizada, de color negro y con buenas propiedades para la conservación de los vinos. Por lo general se utilizan para conservar vinos finos y manzanillas.

Botellas de vino según su capacidad

  • Benjamín, Split ó Piccolo:  de 0.1875 y equivalen a un cuarto de botella.
  • Las de 37.5 cl. Son de tres octavos y equivalen a media botella.
  • Las de 50 cl., equivalen a medio litro de vino.
  • Las de 75 cl., equivalen a tres cuartos de botellas y son las más utilizadas.
  • Mágnum.Son las botellas de 1.5 litros
  • Doble Mágnumo  Son los de 3 litros y su equivalencia en botellas es de 4.
  • Rehoboam. Son de 4.5 litros y equivalen a 6 botellas.
  • ImperialMathusalem. Son de 6 litros y corresponden a 8 botellas.
  • Salmanazar. Son de 9 litros y equivalen a 12 botellas.
  • Baltasar. Son de 12 litros y equivalen a 16 botellas.
  • Nabuconodosor. Son de 15 litros y equivalen a 20 botellas.
  • Salomón. Son de 20 litros y equivalen a 24 botellas.
  • Souverain. Son de 26,25 litros y equivalen a 35 botellas.
  • Primat. Son de 27 litros y equivalen a 36 botellas.
  • Melchizédec. Son de 30 litros de vino que corresponden a 40 botellas.