Niñera (o niñero), canguro (o cangura) o babysitter, son tres términos para una misma función: el cuidado de los niños. Desde bebes que aún no balbucean hasta preadolescentes inquietos (o tranquilos), requieren en ocasiones (o a diario) de la asistencia de un adulto que no sea su madre o padre.
El trabajo de niñera, por generalizar, se remonta al principio de los tiempos. Es decir, no se trata de algo nuevo que la sociedad haya inventado. Desde siempre se han contratado los servicios de cuidado y enseñanza en las casas para los más pequeños. Desde institutrices, encargadas de todo lo referente a la educación y cuidado de los niños, hasta profesores particulares.
Actualmente, el servicio de babysitter se ha especializado hasta el punto de que según el rango de edad del niño, serán indispensables unos requisitos. Teniendo en cuenta el tiempo que la niñera vaya a pasar con el infante, se buscará a la persona más adecuada para el puesto.
Como nos recuerdan los profesionales del sector de la Agencia Sant Pau, contratar una canguro debe conllevar un proceso de selección. No cualquiera vale para hacerse cargo de un bebé o un niño. Se trata de un oficio que requiere vocación, responsabilidad y saber hacer.
La preparación y experiencia que deben aportar estas personas, no deben caer en un saco roto. Hay que saber a quién dejamos en casa con los pequeños. En tanto que unos años atrás, se solía contratar verbalmente a cualquier conocido que tuviera predisposición, ahora tenemos más conciencia de que dejar un bebé en manos expertas es garantía de tranquilidad.
No se trata de tener una carrera den educación infantil, tan solo algunas nociones sobre el cuidado de los niños. Para una madre, eso puede resultar fácil. Sin embargo para la mayoría de babysitter la maternidad todavía no ha llegado.
Canguro puntual o niñera formal
Podemos hacer la diferencia entre la canguro o la niñera a razón del tiempo. Lo habitual es contratar un canguro para momentos concretos y puntuales. Una salida, una emergencia o alguna situación que requiera la presencia de los padres y a la que no puedan acudir con los hijos, o simplemente, necesiten su espacio. Nadie cuestiona por qué se requiere el servicio.
Por el contrario, una niñera que se encarga diariamente de los niños, debe estar día a día con ellos. Generalmente desde que se levantan y hasta que se acuestan. Aunque existen tantas variantes como necesidades particulares. La niñera los llevará al colegio o la guardería. Los recogerá y dará de comer, llevará al parque, etc. Es un trabajo a jornada completa.
En ocasiones, se requiere una niñera cuando el bebé, no va a la guardería y los padres se han incorporado al trabajo. Entonces la jornada se limita al horario laboral y las tareas, por norma general giran en torno al bebé. También hay casos en los que la niñera es la chica para todo y no solo cuida de los peques si no que realiza las tareas del hogar.
Teniendo en cuenta las necesidades y requerimientos de la parte contratante, los servicios se encaminarán en una u otra dirección. Pero vamos a centrarnos un poco más en el servicio de babysitter como tal.
¿Cómo elegir bien?
La tarea en como tal, puede resultar tediosa y estresante. Para una madre, evidentemente, nadie va a cuidar de su hijo como ella lo hace. Salvo la propia abuela que, huelga decir, suele ser el candidato de elección. Pero ese, es otro tema.
Saber que tienes que separarte de tu bebé o tus hijos, por unas horas al día y dejarlos en otras manos, no es fácil. Encontrar a esa persona que te de confianza, te transmita seguridad y tranquilidad requiere tiempo. El proceso de selección debe ser exigente.
Es fundamental que la persona a elegir, esté cualificada, capacitada y preparada. Si es alguien con referencias cercanas, mejor. Para ello, antes de lanzarse a una búsqueda lejos del entorno, una buena manera de empezar, es por el mismo. Preguntando a familiares, amigos o conocidos puedes obtener referencias de alguien en particular. El boca a boca, no suele fallar.
En caso de no encontrar en ese entorno inmediato, acercarse a las mismas guarderías puede proporcionarte algún contacto. Incluso alguna de las trabajadoras puede ofrecerse si su contrato lo permite.
Si estas opciones no producen resultados, también puedes recurrir a una agencia de servicios especializados. Aquí también contarás con asesoramiento de expertos y las referencias necesarias.
Una vez tengas varias opciones, es conveniente entrevistarse con los y las candidatas. Durante la entrevista, el bebé o los niños, deben estar presentes. Algo que proporcionará información sobre la interacción entre la persona y los peques. De este modo, se pueden comprobar in situ, varias cosas: la paciencia, la conexión que pueda existir, como se desenvuelve.
Igualmente comprobarás si a tu bebé o a tus hijos, está persona les simpatiza. Independientemente de que te encuentres ante alguien excepcional y a ti te guste, debes tener muy presente como se sienten los niños ante ella. Para ellos conviene establecer un periodo de prueba. A veces los niños son difíciles y hay que ganárselos. Para ellos es un cambio y si no conectan con la persona que debe cuidarles, es mejor seguir buscando.
Durante ese periodo de prueba debes fijarte en cómo están tus hijos cuando regresas junto a ellos. Si están contentos, receptivos y te cuentan lo que hacen con la niñera, será buena señal. Si por el contrario, estar irascibles, apáticos y no quieren hablar, deberás replantearte la situación.
Para lograr hacer una buena elección, debes buscar en la persona que va a encargarse del cuidado de tus hijos las siguientes cualidades:
- Debe poseer una clara vocación por el cuidado de los niños.
- Ha de ser proactiva y tener iniciativa hacia ellos.
- La madurez y la responsabilidad deben estar presentes. Una persona que cuida de tus hijos debe saber reaccionar ante situaciones difíciles.
- Tiene que ser atenta con ellos, minuciosa y ordenada.
- El sentido del humor y un carácter divertido son un añadido para que tus hijos estén más felices.
- Empática, con habilidad para comunicarse tanto con los padres como con los pequeños.
- Cercana y cariñosa, el afecto es primordial para crear vínculos.
- Por igual debe ser educada y organizada, para los niños será un ejemplo a seguir dado que pasan muchas horas juntos.
Teniendo presente estas consideraciones, la tarea de elegir un buen canguro o babysitter, no debe resultar tan estresante. Con independencia de que se trate de algo puntual o un trabajo a largo plazo, las cualidades deben ser las mismas.