El maltrato infantil NO es un mito

Existen temas tabúes de los que nadie quiere hablar. Temas tan oscuros y perversos que el ser humano, automáticamente, desplaza hacia el olvido y la ignorancia, como un intento desesperado de hacerlo desaparecer para siempre.

Pero se nos olvida que el silencio o la ignorancia de estos temas… no hace que desaparezcan. Por el contrario, solo los entierran en el abismo profundo de la oscuridad.

 

El maltrato NO es una broma: existe de verdad

Todos sabemos lo que es el maltrato: “Tratar con crueldad, dureza y desconsideración a una persona o a un animal, o no darle los cuidados que necesita”, según la RAE. Y, como todos sabemos, existen tres tipos de maltrato:

 

  • Maltrato físico.

Este tipo de maltrato engloba la violencia física sobre una persona (sea cual sea el género). Es decir, engloba todo lo que significa agredir físicamente a cualquier persona. Y estamos tan acostumbrados a verlo en la tele a personas, sobre todo a mujeres, que se ha convertido, para nuestra desgracia, en algo común y extendido en nuestra sociedad.

Sin embargo, ¿cuántas noticias ves sobre el maltrato físico infantil en la televisión? Y déjame decirte que existe.

 

  • Maltrato sexual

Este maltrato es uno de los más ruines que hay, aunque todos los son. Consiste en agredir sexualmente a otros sin su consentimiento reiteradamente. También sueles verlo en la televisión.

Y, por desgracia, también se da en la infancia, de padres a hijos, extraños a niños o, como comúnmente se conoce, de pedófilos a niños.

 

  • Maltrato psicológico.

 Este es el maltrato más sutil que existe. Son esos desprecios, esos insultos, esas humillaciones, esos aislamientos… que se somete a una persona. Es cuando coges a una persona y la manipulas, la humillas, la vejas, la aíslas de todo cuanto conoce… de forma tan sutil que, en ocasiones, la persona maltratada psicológicamente no se da cuenta de que está siéndolo.

Por supuesto… también se da en la infancia, aunque no queramos ser conscientes de ello. Y se da con mucha fuerza.

 

Las cifras hablan: el maltrato infantil también existe

Desde el IES Superior de Estudios Sociales y Sociosanitarios han hecho un estudio completo y terrorífico de la alarmante evolución del maltrato infantil en España… y las cifras hablan por sí solas: “Más del 25% de menores ha sido víctima del maltrato infantil en España, y menos del 10% de estos casos son denunciados. El desconocimiento sobre la violencia en menores, sobre cómo identificarla y cómo hacerle frente ha llevado a que estos casos aumenten cada año. Tener un protocolo y leyes adecuadas para prevenir y enfrentar este tipo de situaciones es de suma importancia, para evitar que los más pequeños sufran de tales acciones”.

¿Eres consciente de lo que eso significa? Hagamos cálculos.

Se estima que, solo en España, actualmente (es decir, 2022) existen 8,2 millones de niños menores de 18 años. Si el 25% de esa cifra el año pasado fueron víctimas de maltrato infantil, podemos decir, con todas las letras, que 2.050.000 millones de niños, solo en España, fueron víctimas de maltrato infantil.

Sigamos estipulando un poco: si solo el 10% de esas víctimas fueron denunciadas, se puede sobreentender que solo 205.000 denunciaron… y que 1.845.000 casos no han sido denunciados.

 

No queremos hablar de ello

He sido testigo, con mis propios ojos, de ciertas publicaciones de las redes sociales que deberían alarmarnos. Y es que no queremos hablar de ello.

Ciertas veces suben frases de maltrato infantil (sea psicológico o no), donde las víctimas hablan y denuncian sus extraordinarios casos: desde insultos y desprecios, hasta cosas todavía mucho más alarmantes. Y leo tantísimos casos en esas publicaciones que, la verdad, me llega a asustar cada vez que las veo.

Pero no es eso lo único que me asusta. En todas y cada una de esas publicaciones se repetía un factor… un factor muy oscuro: esas personas que salían en defensa de los maltratadores culpabilizando a la víctima.

Los comentarios se repetían una y otra vez a lo largo de todas las publicaciones que he leído a lo largo de estos últimos años: “algo habrás hecho”, “si tu padre te pegaba, es que hacías algo mal”, “unos padres no hacen eso a sus hijos, es mentira”.

¿Eres consciente de cómo este tipo de comentarios repercute en los maltratados? Sobre todo, si es un niño o una persona insegura de por sí.

 

Es hora de desmontar un mito: consecuencias del maltrato infantil

Desde Cristina Hormigos – Centro Psicopedagogo, nos advierten del peligro que conlleva no tratar los traumas infantiles que se desarrollan a lo largo de toda nuestra vida a consecuencia de un maltrato infantil prolongado y no tratado a tiempo.

Por nombrar algunos:

  • Baja autoestima. Durante la infancia, la autoestima se desarrolla. Es cuando empezamos a establecer nuestra percepción de nosotros mismos, cuando empezamos a querernos a nosotros mismos. Cuando el menor sufre, reiteradamente cualquiera de los tipos de maltrato, esto se rompe y no permite formar una visión clara de ellos mismos. Y no solo eso: puede aparecer la pregunta más difícil de eliminar de su cerebro: “¿He hecho algo malo para merecer todo eso?”.
  • No gestionan sus emociones con normalidad. Esto ocurre porque, cuando un niño es constantemente maltratado, busca la forma de adaptar su comportamiento a lo que sus padres esperan de ellos. “Si no grito, no se enfadan”, “si no sonrío demasiado, no me humillan”… y un largo etcétera. Esto deriva en dos opciones: una imposibilidad de controlarse y muestra sus emociones a extremos violentos… o todo lo contrario: no muestra sus emociones en lo más mínimo y se las guarda para sí. Tan mala es una cosa como la otra, y una de las cosas que los psicólogos trabajan con las víctimas infantiles de maltrato es, precisamente, la correcta gestión de las emociones.
  • Influencia en el desarrollo. Un prolongado contacto con el maltrato puede enfermar a la víctima. Es totalmente antinatural que una persona esté constantemente en contacto con un trato vejatorio y agresivo, y esto altera nuestro funcionamiento normal. Puede provocarnos ansiedad, estrés, muy elevado, nervios, mutismo selectivo, imposibilidad de hablar con los demás… así como afectar en la hormona del crecimiento y provocar, lo que se conoce como enanismo psicosocial.
  • Dificultad para el contacto con nuestro entorno. Si un niño es constantemente humillado y maltratado, esto impide que el infante pueda explorar el entorno con normalidad, algo que ocurre de forma natural durante la infancia. Cuando se produce el maltrato, esto se interrumpe de forma violenta por miedo a la respuesta del agresor y, en consecuencia, desaparece. Esto ocurre por miedo a los insultos, la agresión, la humillación… y, para que no suceda, el menor se retrae en sí mismo y no explora su alrededor con normalidad. En consecuencia, habilidades como el aprendizaje, la comprensión, el razonamiento, la creatividad… se ven fuertemente mermadas.
  • Dificultades en el desarrollo con otras personas. Esto es muy habitual en los infantes maltratados. Y esto ocurre porque las víctimas de maltrato infantil desarrollan un miedo atroz a relacionarse con otras personas por miedo a que les suceda lo mismo o se les juzgue. En consecuencia, estas personas suelen ser retraídas, aisladas, nerviosas, hablan en voz baja… Hacen todo lo posible por no llamar la atención y que no se fijen en ellas, lo que dificulta su entorno social.
  • Trastornos psicológicos. Estas personas suelen padecer, a lo largo de los años, trastornos tales como depresión, ansiedad severa, trastornos alimenticios (anorexia, por ejemplo)… trastornos muy peligroso en cualquier etapa de nuestra vida y que son muy difíciles de controlar.

 

Signos de alarma de maltrato infantil

El maltrato infantil no es una broma, y puede llevar al suicidio. Son cosas que debemos evitar, y, para hacerlo, debemos estar atentos. La víctima de maltrato infantil no suele hablar, pero nosotros podemos aprender a escuchar esas señales que nos alertan de cuándo se produce, y podemos (y debemos) ser sus salvadores.

  • Moratones, heridas, constantes roturas de huesos… Hemos de estar atentos a esos niños que veamos que, constantemente, presentan daños en su cuerpo, ya sean moratones, heridas o, incluso, huesos rotos. Es una clara señal de maltrato físico infantil.
  • Cambios emocionales. Las víctimas de maltrato pueden presentar cambios agresivos en sus emociones. Pueden pasar de la ira a la depresión, de esta a la culpa o al miedo… en nada de tiempo. Y esto es otra clara señal de maltrato. También es común la vergüenza y la impotencia en todo lo que hacen.
  • Aislamiento. Normalmente, estos niños van a aislarse y no van a acercarse a nadie por miedo a sufrir lo mismo.

 

No te calles, actúa y denuncia

Ante un posible caso de maltrato infantil, callarse es un acto de cobardía. Hemos de tomarnos en serio cualquier señal de alarma y, una vez verificada su autenticidad, denunciar sin miedo… porque podrías ser el ángel de la guarda que salve a un niño de su infierno diario.

La Junta de Andalucía pone a nuestra disposición un número de teléfono (900 851 818) en el cual podremos notificar malos tratos físicos o psíquicos y situaciones de abandono o desatención de menores.

No te calles… ¡actúa!