En ocasiones, los tratamientos de ortodoncia son la mejor forma de cuidar nuestra boca

La ortodoncia es un campo de la odontología que se enfoca en corregir los problemas relacionados con la alineación de los dientes y las mandíbulas. Aunque a menudo se asocia con la estética, especialmente con el uso de brackets metálicos o alineadores transparentes, la ortodoncia tiene un objetivo mucho más amplio y profundo que simplemente mejorar la apariencia de la sonrisa. Esta práctica no solo contribuye a la salud dental y bucal, sino que también juega un papel crucial en el bienestar general de una persona. Cuidarse mediante la ortodoncia implica mucho más que la simple corrección estética, ya que busca prevenir una serie de complicaciones y fomentar una mejor calidad de vida a largo plazo.

Así, uno de los principales beneficios de la ortodoncia es la mejora de la función masticatoria. Los dientes desalineados o mal posicionados pueden dificultar el proceso de masticar y morder, lo que puede generar molestias al comer ciertos alimentos, e incluso dolor en la mandíbula o en los músculos faciales. Con un tratamiento ortodóntico adecuado, se corrigen estas malformaciones, permitiendo una masticación más eficiente y, por lo tanto, un mejor proceso digestivo. Masticar correctamente los alimentos es crucial, ya que permite que estos se descompongan adecuadamente en la boca antes de ser ingeridos, lo que favorece la digestión y la absorción de nutrientes.

Además, una correcta alineación dental también ayuda a prevenir el desgaste prematuro de los dientes. Cuando los dientes no están correctamente alineados, pueden producirse contactos inapropiados entre ellos, lo que lleva a un desgaste desigual de las superficies dentales. Este desgaste no solo afecta la estética de los dientes, sino que también puede provocar sensibilidad dental o incluso daños más graves, como fisuras o fracturas. Al realinear los dientes a través de la ortodoncia, se garantiza que las fuerzas masticatorias se distribuyan de manera más uniforme, lo que reduce el riesgo de daño a largo plazo.

El cuidado de la salud bucal es otro de los aspectos fundamentales en los que la ortodoncia juega un papel crucial. Las personas con dientes desalineados o apiñados a menudo enfrentan dificultades al momento de limpiar sus dientes adecuadamente. El exceso de espacio entre los dientes o la aglomeración de los mismos puede dificultar el acceso del cepillo de dientes a todas las superficies dentales, lo que aumenta el riesgo de que se acumulen placa bacteriana y restos de comida. Esto puede llevar a problemas como caries, gingivitis o enfermedades periodontales. Con un tratamiento ortodóntico, los dientes se alinean correctamente, facilitando la higiene dental y ayudando a prevenir estos problemas.

Por otro lado, la ortodoncia también tiene un impacto importante en la salud de las encías y las estructuras de soporte de los dientes, tal y como nos muestran en la Clínica dental Clara Santos, quienes nos cuentan además que un alineamiento adecuado permite una distribución más equilibrada de la presión sobre las encías y los huesos maxilares, lo que contribuye a la salud general de la boca. Unos dientes bien alineados favorecen un contacto adecuado con las encías, lo que mejora su adherencia y previene la inflamación o el retroceso de las encías, condiciones que pueden llevar a la pérdida de dientes en el futuro.

Desde una perspectiva estética, es indudable que la ortodoncia mejora la apariencia de la sonrisa, lo cual tiene un impacto directo en la confianza y la autoestima de una persona. Unos dientes rectos y bien alineados no solo mejoran la estética facial, sino que también generan una mayor seguridad en la interacción social, lo que puede influir positivamente en diversas áreas de la vida, como el ámbito personal, profesional y emocional. Las personas con una sonrisa más alineada suelen sentirse más cómodas al hablar, sonreír y participar en situaciones sociales.

El tratamiento ortodóntico, aunque generalmente comienza en la adolescencia, también es adecuado para adultos que deseen corregir problemas de alineación dental que no se abordaron en su juventud. En muchos casos, los avances en la tecnología ortodóntica han permitido tratamientos menos invasivos y más discretos, como los alineadores transparentes, que ofrecen una opción más estética sin comprometer la efectividad del tratamiento.

¿Cuánto cuesta un tratamiento de ortodoncia?

El coste de un tratamiento de ortodoncia puede variar considerablemente dependiendo del tipo de tratamiento que se elija, la complejidad del caso, la ubicación geográfica, la experiencia del ortodoncista y la duración del tratamiento. En general, el coste de un tratamiento de ortodoncia tradicional, con brackets metálicos, suele oscilar entre 2.000 y 6.000 euros. Este precio puede variar dependiendo de la complejidad del caso, la cantidad de consultas necesarias y si el tratamiento requiere algún tipo de ajuste adicional. Los brackets metálicos son una opción popular por ser más accesibles, aunque estéticamente no son los más discretos.

Por otro lado, si se opta por brackets cerámicos o linguales (brackets colocados en la parte posterior de los dientes), el coste tiende a ser un poco más alto, entre 4.000 y 8.000 euros. Los brackets cerámicos ofrecen una estética mejorada al ser menos visibles, pero aún requieren el mismo tipo de ajustes y atención que los metálicos. Los brackets linguales, al ser más invisibles al colocarse en la parte interna de los dientes, son una opción más discreta, pero suelen ser más costosos debido a la complejidad de su colocación.

En cuanto a los alineadores transparentes, el coste puede variar entre 3.000 y 8.000 euros. Estos alineadores son populares debido a su discreción y comodidad, ya que se pueden quitar para comer y limpiar los dientes. Sin embargo, el costo puede ser más elevado debido a la tecnología y el diseño personalizado de los alineadores. Además, los tratamientos con alineadores requieren un seguimiento más regular, lo que también puede influir en el precio.