Reformar el baño de mi casa ha sido una experiencia que ha transformado completamente uno de los espacios más íntimos y funcionales de nuestro hogar. En este sentido, decidimos emprender este proyecto después de años de sentir que nuestro baño necesitaba una actualización tanto estética como funcional, y contar con la ayuda de profesionales ha hecho toda la diferencia en el proceso.
Desde las primeras veces que lo comentamos en casa estaba claro para nosotros que queríamos aprovechar al máximo el espacio disponible y mejorar la funcionalidad del baño sin comprometer el estilo. Para ello, decidimos contratar a un diseñador de interiores especializado en proyectos de baños, alguien que pudiera guiarnos a través de las decisiones clave y asegurar que cada aspecto del diseño cumpliera con nuestras expectativas y necesidades prácticas.
Como os imagináis, la primera reunión con el diseñador fue esencial y en ella discutimos nuestras ideas, deseos y preocupaciones con respecto al baño y lo cierto es que nos sorprendió gratamente la atención meticulosa que prestó a los detalles, desde la distribución del espacio hasta las opciones de materiales y acabados. El diseñador tomó medidas precisas y evaluó la estructura existente del baño, identificando áreas donde podríamos optimizar el espacio y mejorar la funcionalidad.
Una de las primeras decisiones importantes fue la disposición del baño. El diseñador nos presentó varios diseños que maximizaban el uso del espacio disponible y optamos por una distribución que incluía una nueva disposición de la ducha y el lavabo, además de incorporar elementos de almacenamiento adicionales para aprovechar cada centímetro disponible de manera eficiente.
La selección de materiales fue otro aspecto crucial del proyecto y en este caso decidimos optar por materiales duraderos y de alta calidad que no solo fueran estéticamente atractivos, sino también fáciles de mantener y resistentes al agua. El diseñador nos presentó una variedad de opciones para azulejos, encimeras, grifería y accesorios, asegurándose de que cada elección complementara el estilo general que estábamos buscando.
El tema del estilo y la estética del baño también fue una consideración importante, ya que queríamos lograr un equilibrio entre un diseño moderno y funcionalidad y optamos por un esquema de colores neutros que proporcionara una sensación de amplitud y tranquilidad, mientras que los detalles en tonos cálidos añadían calidez y un toque acogedor al espacio. Además, durante todo el proceso, el diseñador actuó como nuestro guía experto y coordinó con Reformas y Cerramientos Levante la obra supervisando cada etapa de la renovación para asegurarse de que se cumplieran nuestros estándares de calidad y diseño. Desde la demolición hasta la instalación final de los accesorios, el diseñador estuvo presente para resolver cualquier problema que surgiera y para asegurar que el proyecto avanzara según lo planeado.
Pero la obra no quedó ahí ya que además de la renovación estética, también consideramos aspectos prácticos como la iluminación y la ventilación. El diseñador propuso soluciones innovadoras, como la instalación de iluminación empotrada y espejos con luz integrada, que mejoraban la funcionalidad del espacio y creaban un ambiente agradable y bien iluminado en el baño.
Finalmente, el resultado de la reforma ha superado nuestras expectativas y el baño se ha transformado en un espacio moderno, funcional y estéticamente agradable que refleja nuestra visión y estilo personal. Cada elemento, desde los azulejos hasta los accesorios y la disposición del espacio, ha sido cuidadosamente seleccionado y diseñado para crear un ambiente cómodo y acogedor que disfrutamos todos los días.
¿Cuáles son las partes del baño más complicadas de reformar?
Reformar un baño puede llegar a ser un desafío, especialmente cuando se consideran ciertas partes que pueden ser más complicadas de abordar debido a diversos factores técnicos, estructurales o estéticos. En este sentido, algunos de los elementos que más tiempo nos van a requerir en la reforma de un baño o aseo son:
Fontanería: es una de las partes más críticas y complicadas de reformar en un baño, ya que cambiar la disposición de las tuberías existentes o instalar nuevas conexiones para lavabos, inodoros, duchas o bañeras puede requerir conocimientos especializados y experiencia en fontanería. Además, cualquier error en la instalación de tuberías puede llevar a fugas de agua, daños estructurales o problemas de humedad a largo plazo.
Desagües y saneamiento: la correcta instalación y conexión de los desagües y sistemas de saneamiento son cruciales para el funcionamiento eficiente y seguro del baño. Asegurarse de que los desagües estén correctamente alineados y conectados a la red de alcantarillado es esencial para evitar problemas como obstrucciones o respaldos de aguas residuales.
Electricidad: la instalación eléctrica en el baño debe cumplir con estrictas normativas de seguridad debido al riesgo de humedad y agua y, por ello, colocar puntos de luz, enchufes, ventiladores, y sistemas de calefacción o iluminación requiere la intervención de un electricista profesional para garantizar que todo esté correctamente protegido y aislado contra posibles filtraciones de agua.
Cambio de distribución espacial: modificar la distribución espacial del baño, como mover el inodoro, la ducha o la bañera a una nueva ubicación, puede ser complicado y costoso ya que esto puede implicar reubicar tuberías, ajustar desagües y modificar la estructura existente del suelo y las paredes. Por ello es crucial planificar cuidadosamente cualquier cambio estructural para minimizar el impacto en la infraestructura y garantizar que se mantenga la funcionalidad del baño.