Estamos muy confundidos si pensamos que no podemos ayudar a evitar la contaminación y el cambio climático en el planeta. “Eso es cosa de las grandes empresas y de las industrias” es la frase que siempre decimos. Echamos balones fuera y pensamos que nosotros no somos cómplices de lo que se está viviendo en el planeta. Sin embargo, no hay que pensar así porque con los pequeños gestos es como se hacen grandes avances.
Lo más importante es, como en el fútbol, crear cantera. Y si nosotros en nuestros hogares mantenemos una mentalidad verde, ecológica y de sostenibilidad podemos hacer que las nuevas generaciones sepan de lo que estemos hablando. Quizás tú, reciclando, no logres cambiar el mundo en un día, pero es cierto que puedes hacerlo impregnando una mentalidad a los que vienen. Si tienes hijos, sobrinos o vecinos pequeños, es el momento de decirles las cosas que tienes que hacer para mantener el planeta vivo.
Las bolsas
Aunque pensemos que no, las bolsas de plástico siguen siendo uno de los peores aspectos que nos podemos encontrar contra la naturaleza. Por eso tenemos que apostar por un tipo de bolsas ecológicas. Así que cuando compres bolsas o cuando estés en tiendas, usa de las que sean biodegradables. Son las bolsas de plástico para comercio, biodegradables, baratas y de primera calidad, son fabricadas con materias primas procedentes del almidón de maíz o de patata, bajo unos estrictos estándares de calidad que cumplen con la normativa EN 13432 que regula las bolsas biodegradables compostables, como nos indican desde Bio Plásticos Genil.
Controla el agua
El agua es el petróleo de los próximos años. No podemos gastarlo a lo tonto. Y no me refiero a la factura del agua que cada vez está más cara, lo decimos porque el agua se acaba y en un futuro podemos quedarnos sin ello. Por eso, tenemos que hacer gestos en nuestro día a día. Por ejemplo, está claro que lo que hay que hacer es ducharse y no bañarse. Nuestra ducha estándar dura aproximadamente 10 minutos, lo que supone un gasto de 200 litros de agua; es decir, cada minuto se pierden 20 litros de agua. Además, esperando a que salga el agua caliente, se pierden ocho litros de agua. Un gesto diario con el que podemos contribuir a la recuperación del planeta es el tiempo que pasamos bajo la ducha: nunca tiene que ser más de 5 minutos, según recomendación de la OMS. ¿Lo cumples?
Mucho ojo con las luces
Ya no lo decimos por la factura de la luz, lo decimos porque la contaminación de las luces es una de las peores. Por eso te recomendamos que apagues las luces cuando no estés en la habitación. Eso sí, en el caso de las bombillas de bajo consumo y los fluorescentes de las cocinas, el momento de encendido consume mucha energía, por lo que, si vas a volver en menos de 20 minutos, es mejor dejarla encendida. Lo mismo puede pasar con los electrodomésticos. Por ejemplo, con la lavadora. Espera a que esté llena, utiliza programas cortos y lava en caliente solo cuando la ropa esté muy sucia. Y otra recomendación, No dejes el cargador del móvil enchufado ni el stand-by de los electrodomésticos, pueden llegar a suponer el 20% de tu factura eléctrica. Cuando veas el precio nos lo vas a agradecer.
En el supermercado
Cuando hacemos la compra también podemos mantener una mentalidad eco. Por ejemplo, en la sección de droguería. Muchos productos de limpieza están elaborados con químicos muy agresivos para la salud y el medio ambiente. Intenta minimizar su uso y explora otras posibilidades más saludables y los productos de limpieza caseros. Uno que os podemos decir es el del vinagre que se convierte en el mejor desinfectante para todo. Ah, por cierto, cada litro de aceite usado que se tira por el sumidero puede contaminar 1.000 litros de agua. Puedes evitarlo con un gesto tan sencillo como guardarlo en algún bote o garrafa. Y recuerda consumir productos ecológicos y de temporada.
El horno, ese gran peligro
Es cierto que las mejores recetas gastronómicas son las que hacemos en el horno. Ahí se pueden hacer pescados y carnes muy ricas. Pero ojo, el horno es uno de los aparatos que más energía consume de la casa. No te vamos a decir que no lo uses, pero sí te vamos a recomendar que cuando lo enciendas aproveches para cocinar varias cosas a la vez. O que cuando lo apagues, no saques directamente tu plato, aprovecha lo que se denomina energía residual. Es decir, el calor que queda en el horno.