Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor. Que no son buenos tiempos para la lírica. Y llevan razón. Soy de esas personas que considero que cada año que soplamos en la tarta de cumpleaños es una piedra que se va sumando al lastre de nuestra maleta a la espaldas. Y es que creo que lo que había antes era mejor. Solo hay que ver los comportamientos que vemos en los jóvenes, la pérdida de valores. Por eso, creo que las cosas que había antes eran mejor. La tecnología nos ha hecho un favor en muchas cosas, pero en otros aspectos ha hecho de esta vida algo peor.
Por eso, voy a recordar algunas cosas que ya no son como las de antes. Y estoy seguro que si perteneces a esa generación que vivimos la EGB, los bocadillos de Nocilla y Barrio Sésamo, lo vas a entender. Pues bien, esta teoría de que todo lo anterior es mejor también tiene un nombre: declinismo. Otros nos llaman nostálgicos o retros, lo que está claro es que somos muchos los que soñamos con el que el pasado vuelva.
El término «declinismo» es bastante más reciente, y fue acuñado por el cientista político estadounidense Samuel P. Huntington, en 1988, para describir el pesimismo político y económico del país aquel año. Actualmente, el diccionario de neologismos Word Spy lo define como «la creencia que algo, sobre todo un país, sistema político o económico, está experimentando un decaimiento significativo y posiblemente irreversible». Vamos con algunos casos de esta teoría.
La política
SI hay algo que nos da asco en estos momentos es cómo está la política. Echamos de menos esos políticos que lo llevaban en la sangre, que habían luchado por unos ideales. Los de ahora solo ven dinero, dinero y más dinero. Ninguno tiene vocación y todos quieren sillones. Se echa de menos los Felipe González, Fraga, Carrillo y compañía. Los mensajes actuales de los políticos son vacíos de contenido, frases hechas y sin pensar en las personas. Tengo que reconocer que echo de menos el bipartidismo.
La televisión
Pues sí, otro ejemplo de cualquier tiempo pasado fue mejor. Ahora mismo es imposible encontrar un programa en condiciones en la televisión. Todos son del mundo del corazón o de análisis políticos donde cualquier persona puede hablar de lo que sea. Es curioso ver al ‘colaborador’ de turno que sabe de todo. Si hay que hablar de la inflación se habla, de un asesinato de alguien, de tribunales, de volcanes o del coronavirus. De locos. Se echa de menos programas como La Clave, donde iban personas formadas y que sabían de lo que hablaban.
El pan
Puede sonar a chorrada, pero es uno de los mejores ejemplos. El pan ya no es como el de antes, eso lo tenemos claro. Nos acordamos del sabor que tenía. Ahora estamos en la lucha por ofrecer el pan más barato aunque sea de peor calidad. Por suerte, hay empresas como El Moli Pan y Café que apuestan por dar a sus clientes el pan de toda la vida, el de antes. ¿Cómo? Pues haciéndolo con ingredientes 100% naturales, sin aditivos ni conservantes. Con masa madre, una levadura natural y una triple Fermentación Alta hidratación. ¿Te suena?
El fútbol
Como echo de menos el fútbol de antes. Y ya no lo digo porque ya no existe la figura del extremo que regatea, el juego directo e intenso. Ahora solo se lleva tocar tocar tocar y aburrir. Sin embargo, yo lo digo porque antes molaba cuando veías una jornada de Liga que se jugaban todos los partidos el mismo día y casi a la misma hora. Todos a las 5 y el partido estrella por el Canal Plus. Ahora una jornada comienza el viernes a las 9 de la noche y acaba el lunes a las 11 de la noche. De locos. Como ejemplo, hemos llegado a ver que la Supercopa la juegan cuatro equipos en Catar, y ese mismo día hay partidos de Copa del Rey e incluso de la Liga. Así es como se han cargado el fútbol y cada vez son menos los aficionados que acuden a los estadios de fútbol. Por exprimir a la vaca están acabando con la leche.
La frase ‘todo tiempo pasado fue mejor’ no indica que antes sucedieran menos cosas malas, sino que -felizmente- la gente las echa en el olvido». ¿Qué te parece? La verdad es que es cierto que echo mucho de menos lo de antes.