El estrés, la ansiedad y las tensiones del día a día pueden afectar negativamente a nuestro bienestar físico y emocional de muchas maneras. En este contexto, lejos de recurrir a pastillas y soluciones superficiales, muchas personas buscan alternativas holísticas como el reiki, una técnica que se ha hecho muy popular estos últimos años, y con razón.
Aunque tiene sus raíces en la tradición espiritual japonesa, hoy en día se utiliza en todo el mundo como una forma de complementar el bienestar físico, mental y emocional.
Pero, ¿qué es el reiki realmente? ¿Cómo puede ayudarnos a cuidar de nuestra salud? Acompáñanos a descubrir los beneficios y fundamentos de esta práctica en este artículo.
¿Qué es el reiki?
El reiki es una terapia energética que se originó en Japón a principios del siglo XX gracias a Mikao Usui. Se basa en la idea de que existe una energía vital que fluye a través de todos nosotros y que puede bloquearse debido a factores como el estrés, las enfermedades o las emociones negativas. El reiki busca desbloquear ese flujo de energía mediante la imposición de manos, restaurando así el equilibrio natural del cuerpo y ayudando a la persona a sanarse física, emocional y espiritualmente.
El término «reiki» proviene de dos palabras japonesas: «rei», que significa «universal» o «espiritual», y «ki», que se refiere a la energía vital que fluye a través de todos los seres vivos.
Como explicamos anteriormente, esta técnica fue descubierta en Japón por Mikao Usui en 1922. Usui, que había estudiado diversos sistemas de sanación oriental, experimentó una profunda iluminación durante una meditación en el monte Kurama, donde, según la tradición, se le reveló la técnica del reiki. A partir de ese momento, comenzó a enseñar y practicar el reiki, y su enseñanza se fue transmitiendo a través de sus discípulos.
Con el tiempo, el reiki se expandió a otros países, especialmente a Estados Unidos y Europa, donde se ha popularizado como una forma de medicina alternativa o complementaria. En la actualidad, el reiki ha evolucionado hacia varias ramas, como el reiki tradicional japonés y el reiki occidental, pero todas comparten los mismos principios básicos: el uso de la energía universal para el bienestar.
Los principios del reiki.
Además del uso de las manos para transmitir energía, esta práctica también se encuentra vinculada a cinco principios básicos, conocidos como los cinco principios del reiki, que buscan promover una vida equilibrada y libre de estrés.
Estos principios son:
- Solo por hoy, no te preocupes.
- Solo por hoy, no te enfades.
- Solo por hoy, sé agradecido.
- Solo por hoy, trabaja con dedicación.
- Solo por hoy, sé amable con los demás.
Estos principios se consideran una guía para vivir de manera más plena y con una mayor conexión entre el cuerpo, la mente y el espíritu, y realmente suponen un gran cambio cuando se incorpora en el hábito diario.
¿Cómo funciona una sesión de reiki?
Durante una sesión de reiki, el practicante coloca sus manos de forma suave sobre o cerca del cuerpo del receptor, canalizando la energía vital a través de sus manos hacia el paciente. Aunque el receptor permanece en reposo, completamente vestido y en una posición cómoda, puede experimentar una profunda relajación, calor o sensación de bienestar.
El reiki no está vinculado a ninguna religión ni requiere una creencia previa en su eficacia; sin embargo, quienes lo practican y reciben afirman que la energía fluye donde el cuerpo lo necesita, promoviendo la sanación de diversas dolencias, como dolores físicos, tensiones emocionales o fatiga mental. La sesión puede durar entre 30 minutos y una hora, y los beneficios a menudo se sienten inmediatamente después.
Además, el ambiente en el que se realiza la sesión suele ser tranquilo y relajante, acompañado de música suave o aromaterapia, potenciando aún más la experiencia de bienestar. Durante la sesión, el practicante puede también intuitivamente identificar zonas del cuerpo que requieren más atención, así que el tratamiento es 100% personalizado según las necesidades del receptor. Al terminar la sesión, es común que el practicante y el receptor tomen un momento para reflexionar sobre la experiencia, compartiendo cualquier sensación o descubrimiento que haya surgido durante el proceso.
¿Qué beneficios otorga el reiki a nuestra salud?
Estos son algunos de los beneficios más destacados del reiki:
- Reducción del estrés y la ansiedad.
Al practicar técnicas que traten la relajación profunda, el reiki ayuda a liberar tensiones y a calmar la mente, por lo que supone una herramienta bastante práctica para gestionar el estrés y la ansiedad.
- Mejora del sueño.
Muchas personas que reciben reiki experimentan mejoras en la calidad de su sueño, sintiéndose más descansadas y en paz.
- Alivio del dolor.
Aunque no reemplaza los tratamientos médicos, se ha utilizado como complemento en el tratamiento de diversos dolores crónicos, migrañas y dolores musculares.
- Equilibrio emocional.
El reiki puede ayudarnos a equilibrar las emociones, enseñándonos a gestionar mejor los sentimientos de tristeza, ira o frustración.
- Aumento de la energía vital.
Muchas personas que reciben sesiones de reiki afirman sentir un aumento en su energía y vitalidad después de una sesión.
Además de estos beneficios, encontramos que esta práctica no supone una mera herramienta terapéutica, sino también una filosofía de vida. Los practicantes de reiki suelen aplicar sus principios en su día a día para mantener el equilibrio emocional, fomentar la gratitud y mejorar sus relaciones personales. A través de la práctica diaria de reiki y la meditación, las personas pueden experimentar un estado de mayor armonía, mejorando su calidad de vida y por ende, la de las personas que le rodean.
¿Es el reiki una terapia médica?
A pesar de sus grandes beneficios, el reiki no reemplaza ningún tratamiento médico.
Según nos cuentan los expertos de Despierta y Entrena, la OMS considera el reiki como una terapia complementaria, pero jamás debe considerarse como un sustituto de la medicina. Muchas personas lo utilizan junto con tratamientos médicos para gestionar el estrés o aliviar el dolor, pero es fundamental consultar siempre con un médico antes de tomar decisiones relacionadas con la salud.
De hecho, el reiki ha sido integrado en algunos hospitales y centros de bienestar en nuestro país para apoyar la recuperación de los pacientes, especialmente para aquellos que atraviesan enfermedades crónicas o tratamientos como la quimioterapia.
¿Cómo podemos aprender reiki?
Una de las ventajas del reiki es que cualquier persona puede aprender a practicarlo. Para ello, es necesario buscar un maestro o guía de reiki que ofrezca los niveles de enseñanza adecuados.
El aprendizaje del reiki está estructurado en tres niveles principales:
- Reiki I: En este nivel, el estudiante aprende a canalizar la energía y realizar tratamientos básicos en sí mismo y en los demás.
- Reiki II: Este nivel profundiza en el uso de posturas específicas con las manos y en la posibilidad de realizar sanaciones a distancia.
- Reiki III o maestría: En este nivel avanzado, el estudiante puede enseñar y transmitir los conocimientos de reiki a otros.
El reiki y su lugar en la sociedad actual.
En estos últimos años, podemos afirmar que el reiki se ha hecho bastante famoso, dándose a conocer como una alternativa complementaria a los tratamientos médicos tradicionales. No todos están de acuerdo ni creen en esta técnica, pero a pesar de las críticas que recibe de ciertos sectores, su crecimiento en popularidad sigue siendo un hecho irrefutable: refleja el deseo de las personas de encontrar enfoques cada vez más naturales y holísticos para el cuidado de su salud.
Y es que esta práctica trae consigo muchas cosas buenas, sobre todo hoy en día, ya que vivimos en un mundo donde el ritmo acelerado y las exigencias constantes nos afectan demasiado a todos nosotros (tanto a nivel físico como mental); gracias al reiki, tenemos a nuestra disposición una terapia accesible para aquellos que buscan conectar con su interior y aliviar las tensiones acumuladas.
Además, es completamente inclusivo: no requiere habilidades especiales ni una predisposición espiritual, por lo que todos podemos beneficiarnos de esta técnica, ya sea como receptor de las sesiones o aprendiendo a canalizar la energía por sí mismo. En contraposición con otras técnicas, el reiki destaca por su sencillez y accesibilidad.
Por otro lado, cabe destacar que el hecho de que no esté vinculado a una religión particular, lo convierte en una opción libre para personas de todas las creencias. En esencia, el reiki no impone dogmas ni rituales complejos, sino que se basa en la conexión con la energía vital que todos compartimos, con el fin de restaurar el equilibrio y la armonía en nuestras vidas.
Ahora que ya lo conoces, y sabes de sus múltiples beneficios, te animamos a que te informes un poco más acerca de esta técnica a través de vídeos y demás. Y si te interesa el mundo del masaje, puedes también implementarlo como técnica complementaria, ya que además de relajar los músculos también puede relajar cuerpo y mente ¡es sin duda un todo en uno!