La depresión es un trastorno mental que afecta a millones de personas en todo el mundo y su prevalencia está en aumento. Este año, en 2024, las cifras ya han superado los 300 millones… Esta enfermedad no distingue edad, género o condición social, y sus causas son tan variadas como complejas. Cualquiera podría pasar por ella… Pero, ¿a qué se debe este incremento?
Posibles causas del incremento de la depresión en nuestra sociedad
- Estrés crónico:
Esta es una de las principales causas actuales del aumento de este padecimiento. La presión constante en el trabajo, problemas financieros, y la inseguridad laboral son factores que contribuyen al estrés crónico, y esto no falta en nuestros días.
- Aislamiento social:
La falta de apoyo social y el aislamiento han incrementado la sensación de soledad y desesperanza en muchas personas. Por mucho que la conectividad social haya aumentado, las muestras de afecto, la compañía física y la formación de relaciones sanas y reales cada vez son más escasas. Nunca habíamos estado tan desconectados entre nuestros allegados como ahora.
- Exposición a Redes Sociales:
El uso excesivo de redes sociales puede llevar a comparaciones negativas y a la disminución de la autoestima, contribuyendo al desarrollo de síntomas depresivos. El no saber vivir sin mostrar nuestra vida, nos hace estresarnos por las odiosas comparaciones con supuestas vidas perfectas. Problemas que antes solo tenían las personas que dedicaban al cine, empiezan a mostrarlos nuestros jóvenes.
- Crisis globales:
Eventos globales como la pandemia, el cambio climático y los conflictos bélicos generan un sentimiento de incertidumbre y ansiedad que puede desencadenar episodios depresivos. La constante sobreinformación hace que vivamos con una ansiedad continua por un posible evento catastrófico que nos pueda afectar y cambiar nuestro entorno.
Factores genéticos y neurológicos
Por lo visto, también existen factores genéticos y neurológicos que pueden predisponer a una persona a desarrollar depresión. Para obtener una visión más clara sobre este tema, nos hemos puesto en contacto con la Clínica Nea, un centro sanitario especializado en Neurología, Neuropsicología, Psiquiatría y Psicología, expertos en deterioro cognitivo en Madrid. Según los especialistas de esta clínica, hay evidencia científica que respalda la influencia de factores biológicos en la depresión.
-Factores genéticos
Estudios han demostrado que la depresión puede tener un componente hereditario. Si un familiar cercano sufre de depresión, hay una mayor probabilidad de que otros miembros de la familia también la desarrollen.
-Anomalías neurológicas
La depresión se asocia con desequilibrios en los neurotransmisores del cerebro, como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina. También se han observado cambios en la estructura y función de ciertas áreas del cerebro, como el hipocampo y la amígdala, en personas con depresión.
¿Depresión severa? Estas son las señales
-Una persona con depresión severa puede experimentar una tristeza profunda y continua, así como una sensación de desesperanza.
–Pérdida de interés o placer en actividades que antes eran disfrutables, incluidas las relaciones sociales y hobbies.
-Puede haber un aumento o disminución significativa del apetito, lo que resulta en fluctuaciones de peso.
–Insomnio o dormir en exceso son comunes en personas con depresión.
-Sensación de cansancio extremo que no mejora con el descanso.
–Problemas para tomar decisiones y mantener la concentración.
–Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio, o intentos de suicidio.
¿Qué hacer si detectamos estas señales?
Si detectamos estas señales en alguien cercano, es fundamental actuar de manera oportuna.
- Aborda el tema con sensibilidad y sin juicio. Expresa preocupación y disposición para escuchar.
- Anima a la persona a buscar ayuda de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra.
- Acompaña a la persona en el proceso de buscar y recibir tratamiento. Ofrece ayuda práctica, como organizar citas o acompañarlo a consultas.
*Si la persona no admite su depresión y no quiere ayuda
- Debes continuar expresando preocupación y apoyo sin presionar. A veces, la persistencia puede ayudar a que la persona se abra eventualmente.
- Aprende más sobre la depresión. Esto puede ayudarte a entender mejor a la persona y a abordar el tema de manera más efectiva.
- A veces, otras personas cercanas, como familiares o amigos, pueden tener más influencia y pueden ayudar a convencer a la persona de buscar ayuda.
- Es importante no descuidar tu propia salud mental mientras apoyas a alguien con depresión. Buscar apoyo y consejo para uno mismo también es crucial.
Consejos para prevenir la depresión
-Ejercicio regular: La actividad física libera endorfinas, que son sustancias químicas del cerebro que mejoran el estado de ánimo.
-Dieta balanceada: Una alimentación saludable puede influir positivamente en el estado de ánimo y la energía.
-Dormir bien: Mantener una rutina de sueño regular y de calidad es crucial para la salud mental.
-Tiempo para el ocio: Dedicar tiempo a actividades placenteras y hobbies puede reducir el estrés y mejorar el bienestar.
-Conexiones sociales: Mantener relaciones sociales saludables y buscar apoyo cuando se necesite.
-Mindfulness y meditación: Practicar técnicas de relajación y mindfulness puede reducir la ansiedad y el estrés.
¿Qué hacer si sospechamos que tenemos depresión?
Reconocer y aceptar los síntomas
Primero, es importante que reconozcas y aceptes los síntomas de la depresión. Aceptar que estás enfrentando estos síntomas es vital para comenzar a buscar soluciones.
Hablar con alguien de confianza
Compartir tus sentimientos y experiencias con alguien cercano, como un amigo, familiar o tu pareja, puede proporcionarte un gran alivio. Hablar sobre lo que estás pasando puede reducir la carga emocional y hacerte sentir apoyado. A veces, simplemente expresar lo que sientes en voz alta puede aclarar tu mente y darte una nueva perspectiva.
Buscar ayuda profesional
Consultar a un profesional de la salud mental, como un psicólogo, psiquiatra o consejero, es esencial. Estos profesionales están capacitados para diagnosticar y tratar la depresión. Un diagnóstico adecuado es fundamental para recibir el tratamiento correcto, que puede incluir terapia, medicación o una combinación de ambas. No subestimes la importancia de recibir ayuda profesional, ya que ellos tienen las herramientas y conocimientos necesarios para ayudarte a mejorar.
Seguir el tratamiento recomendado
Una vez que hayas consultado a un profesional, es importante seguir sus recomendaciones y plan de tratamiento. Esto puede incluir asistir a sesiones de terapia regularmente, tomar la medicación prescrita y hacer cambios en tu estilo de vida que puedan mejorar tu estado mental. La constancia y el compromiso con el tratamiento son fundamentales para ver mejoras a largo plazo.
Implementar estrategias de autocuidado
Además del tratamiento profesional, adoptar estrategias de autocuidado puede ser muy beneficioso. Esto incluye mantener una dieta balanceada, hacer ejercicio físico regularmente, establecer una rutina de sueño saludable y practicar técnicas de relajación como la meditación y el mindfulness. Estas actividades pueden mejorar tu estado de ánimo y bienestar general.
Establecer una red de apoyo
Rodearte de personas que te apoyen y comprendan puede marcar una gran diferencia en tu proceso de recuperación. Participar en grupos de apoyo, ya sea en persona o en línea, puede proporcionarte un sentido de comunidad y comprensión. Saber que no estás solo y que otros han pasado por experiencias similares puede ser muy reconfortante.
Educarte sobre la depresión
Aprender más sobre la depresión, sus causas y tratamientos puede empoderarte y ayudarte a manejar mejor tu situación. Leer libros, artículos científicos y recursos confiables te proporcionará una mejor comprensión de tu condición y las diversas formas de abordarla.
Ser paciente y compasivo contigo mismo
La recuperación de la depresión no es un proceso inmediato y puede llevar tiempo. Es importante ser paciente contigo mismo y entender que los altibajos son parte del proceso. Practicar la autocompasión, evitar la autocrítica y celebrar pequeños logros puede ayudarte a mantenerte motivado y enfocado en tu recuperación.
Buscar actividades que te brinden alegría
Identificar y participar en actividades que te brinden alegría y satisfacción, incluso si inicialmente no tienes ganas de hacerlas, puede ser beneficioso. Hobbies, pasatiempos y actividades recreativas pueden proporcionar distracción y placer, ayudando a aliviar los síntomas depresivos.
Eres importante
Es cierto que uno de los factores que más llevan a la depresión es pensarse menos importante que los demás. Ya sea porque la persona piensa que no le importa a nadie o porque piensa que todos son más importantes que ella y necesitan que sea fuerte y lo soporte todo. Los dos pensamientos son erróneos.
Busca ayuda, habla, no tengas miedo y, sobre todo, nunca te rindas.