Que tengamos el hogar que queremos es una de las cuestiones de principal importancia a la hora de garantizar nuestra felicidad o, al menos, para empezar a poner las bases para conseguirla. Si no fuéramos felices entre nuestras paredes, tendríamos problemas que podrían terminar pasando factura desde el punto de vista físico y el mental. Por eso es importante no perder nunca de vista la importancia que tiene invertir en nuestro propio hogar. Y es que hacerlo es sinónimo de invertir en nosotros y nosotras mismas. ¿Hay algo que merezca tanta importancia como eso?
Pero vayamos a la realidad que nos rodea. ¿Es feliz la gente en la vivienda en la que vive? Lo cierto es que, por desgracia, no podemos decir que eso se cumpla en todos los casos. Hay muchas personas que no se sienten cómodas en casa y que tienen que sufrir día a día las consecuencias que eso conlleva. No nos estamos refiriendo, por cierto, a que el domicilio sea más o menos pequeño. Eso puede ocasionar molestias en el segundo de esos casos, claro, pero también hay viviendas grandes que no son cómodas. De hecho, sucede más de lo que pensamos.
Algunas de las cuestiones que más nos afectan en lo que respecta a la calidad de nuestra vida en el hogar tienen que ver con la temperatura y el ruido. Precisamente por este asunto es de gran importancia cuidar de dos aspectos como lo son el aislamiento térmico y el acústico. Si no tenemos en cuenta ninguno de los dos asuntos, está claro que vamos a tener bastantes problemas. Por suerte, hay maneras de cuidar de estos asuntos y garantizar que ni el ruido que proviene del exterior ni las temperaturas que se registran en él nos afecten lo más mínimo.
En una información que fue publicada en la página web 65 y Más se decía que la mitad de las viviendas españolas no disponía de un buen aislamiento térmico en el momento en el que salió a la luz esta información, que fue en abril de este mismo año. Esto es un problema de calado en la calidad de vida de las familias. Recordemos que buena parte de las zonas de nuestra geografía viven temperaturas extremas durante el invierno y el verano. Tener la capacidad de que nuestro hogar no se empape de esas temperaturas del exterior es clave para vivir cómodamente.
En lo que respecta al ruido, la situación no es muy diferente… y ese es un problema. En una noticia que vio la luz en la web de Europa Press se muestra cuál es el mapa de ruido de Madrid. Podemos ver cómo, en las principales arterias de la ciudad y en las carreteras que la rodean, los niveles son tremendos. Y no todas las casas ni pisos están preparados para hacer frente a esa amenaza. Ese es un problema de calado y no cabe duda de que sería una estupenda noticia encontrar la manera de combatirlo.
Esa misma noticia nos deja otros datos que haríamos bien en tener en consideración porque muestran los problemas que tenemos en España con el ruido. Cerca de 9 millones de personas superan niveles de ruido que están por encima de los 65 decibelios, una cantidad mayor que la recomendable. Y, para rematar la faena, el 40% de la población se expone a ruidos que superan los 55 decibelios, una cantidad que sigue siendo alta. La amenaza del ruido está infravalorada, según ha reconocido la propia Organización Mundial de la Salud, y combatirla es una buena idea para ganar en comodidad.
Las ventanas, un remedio ideal para las dos cosas
A lo largo de este artículo, os hemos hablado de los problemas derivados de un mal aislamiento térmico y acústico. En ambos casos, hay un remedio idóneo para garantizar que nuestro hogar esté perfectamente aislado de esos ruidos y esas temperaturas que resultan tan molestas para los seres humanos. Hablamos, como no podía ser de otra manera, de las ventanas. Desde La Ventana Perfecta nos han indicado que hay una cantidad importante de viviendas en las que se ha empezado a instalar un tipo de ventana que contribuye de un modo sustancial a garantizar este aislamiento. Las previsiones de cara al futuro indican que esas ventanas se van a convertir en habituales en la mayoría de viviendas de nuestro país. La gente tiene decidido apostar por la comodidad y una de las mejores maneras para conseguirla gira en torno a esto.
Está claro que hay muchas más cosas que van a determinar la calidad de vida en nuestra vivienda, pero empezar por un aspecto como el relativo a las ventanas es siempre una buena manera de arrancar con buen pie esa serie de cambios que son tan necesarios en un hogar. Quienes lo han hecho, desde luego, no se arrepienten en absoluto.
